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  • Foto del escritorDiana Velasco

Salsódromo para las caleñas: historias de dos mujeres tras las bambalinas del desfile

Tras 10 años de espectáculo, la nueva versión del Salsódromo estará dedicada a todas las caleñas, con el fin de resaltar sus cualidades y promover el respeto a la mujer en la sociedad. Esta es una mirada a sus protagonistas.


Normayi Sossa es una de las más reconocidas modistas de los bailarines de salsa de Cali. Desde su taller ubicado en el barrio El Cedro realiza los trajes para los eventos musicales más destacados de la ciudad, también genera trabajo a mujeres cabeza de familia.

La suerte estaba echada y los nervios presentes en los camerinos. En el escenario, correspondiente a uno de los espacios del Coliseo El Pueblo, los jurados de la audición detallaban cada paso, cada movimiento y cada brillo del vestuario o el maquillaje de los bailarines, quienes con canciones como Mujer Divina y Yemayá, daban lo mejor para ser elegidos entre los 31 grupos de bailarines participantes en el Salsódromo 2018, cupos peleados por 42 escuelas de salsa que después de meses de preparación, por fin estaban ese fin de semana de julio ante Luis Eduardo Hernández ‘El Mulato’, Eliana Feijoó, Nilson Castro y demás personalidades del evento inaugural de la Feria de Cali para mostrar sus coreografías.


Después del selectivo, los bailarines elegidos empezaron a prepararse para representar el eslogan del evento en este año: Cali, mujer divina.


Reflexión en pasos y acrobacias


En la tierra de las mujeres distinguidas en el país por su carisma y belleza, llegó la hora de rendirles un homenaje y de reflexionar sobre sus problemas. En febrero surgieron las primeras luces de planeación del evento que ha tenido todas las temáticas coyunturales de cada época, como la solidaridad y la esperanza, los World Games 2013, Cali como capital de la Alegría y hasta la paz. Para todos estos temas, el baile ha sido acompañado por un vestuario y escenografía acorde. ¿Pero cómo mostrar en una coreografía el mensaje de #NiUnaMenos?


David Lerma, director del Salsódromo, explica que la conceptualización del evento nació como una apuesta dirigida a exponer temas más universales teniendo en cuenta que es visto por asistentes de otras partes del país y del mundo. Así nació la idea de hablar de la mujer y su papel en la sociedad.


La Subsecretaría de Género, colectivos de mujeres, la Academia y representantes de la salsa como cantantes y bailarinas, apoyaron este proceso de construcción para llegar a lo que se apreciará este 25 de diciembre a partir de las 6 de la tarde en la Autopista Suroriental: “Sentimos que había una deuda histórica que estamos intentando resolver y poner nuestro granito de arena para aportar a la equidad, desde la salsa” cuenta David.


Con el tema elegido, inició la ardua tarea de representar ese concepto en 5 coreografías de 6 minutos. “¿Cómo pones eso en escena sin perder de vista que es un show en el que la gente quiere divertirse y entretenerse?” menciona David, para lo que se dividió a las academias de baile en 5 grupos o alas temáticas: Diversidad, Manos de Mujer, #NiUnaMenos, Universo en equilibrio y Fantasía, dirigidas por 5 parejas de baile encargadas de las coreografías.


Por ejemplo, para #NiUnaMenos se decidió que en el vestuario predominara el color violeta para representar a este movimiento, además de una selección de canciones en las que figura ‘Rebelión’ de Joe Arroyo, en la que se canta a grito herido “no le pegue a la negra”.

En todo este proceso ha sido vital el papel de la Subsecretaría de Género, la cual según Lerma ha aportado en la sensibilización sobre el respeto a la mujer y la equidad, con jornadas de trabajo con organizadores y escuelas de baile, en las que trabajadoras sociales de la entidad reflexionan con ellos sobre el rol de la mujer.


Desde el mes de julio, las principales escuelas de baile de la ciudad se preparan para lo que será la Feria de Cali y su espectáculo central, el salsódromo.

La caleña que viste a las bailarinas

Para el Salsódromo, solo las mejores modistas se le miden al reto de vestir a los bailarines, según la temática del evento y los gustos de cada escuela. Normayi Sossa es una de ellas. Desde su taller en el barrio El Cedro, esta mujer diseña y confecciona los trajes brillantes que los bailarines lucen en el espectáculo, teniendo como primera modelo a su hija Michelle, bailarina profesional.

Sexy, elegante y cómodo. Esas son las características de los trajes para bailarines que busca Normayi, quien siempre pregunta por la canción de la coreografía y las acrobacias para elegir el mejor diseño, que cumpla las expectativas de los artistas.


Este año vestirá a la academia de baile Sondeluz, que pertenece al ala Fantasía, en donde se muestra a la mujer como una diosa llena de magia. Para esto, Normayi tiene el reto de hacer un vestuario para una diosa sin alejarse del mundo de la salsa, una tarea que como todos los años cumple a la perfección para que no se pierda el tema del Salsódromo entre las telas de satín, sino que el vestuario sea un apoyo para que los asistentes entiendan el tema y los bailarines se sientan cómodos y elegantes.

“Yo no me veo sentada en una máquina cosiendo mangas y cuellos monótonos, el mundo de la confección es muy grande y me gusta inyectarle creatividad, romper esquemas”. Por eso los vestuarios de Normayi son preferidos por las escuelas de baile que logran un cupo en las máquinas de su taller para cada Salsódromo, Mundial de Salsa y otros eventos.

Además, este año el premio al Mejor Vestuario del Salsódromo la motiva a hacer trajes espectaculares para sus bailarines, y así recibir otro reconocimiento a su labor, pues en el año 2016 fue reconocida en La noche de las grandes y los grandes de la salsa como ícono del diseño artístico en la ciudad.


Cuando el taller está a reventar y la fecha se acerca, Normayi contrata a madres adicionales a las dos mujeres que trabajan con ella con tal de cumplir el pedido, las cuales son difíciles de conseguir porque según Normayi, la confección artística demanda el manejo de telas y apliques especiales que no son manipulados por la mayoría de las modistas, así que debe capacitar a sus ayudantes en todo lo necesario antes de empezar con un pedido para entregar trajes perfectos. Algunas veces, esos ayudantes son sus hijos, a quienes quiere dejar el legado de la confección artística con un proyecto familiar que está en marcha debido a la gran demanda de artistas en la ciudad, no solo bailarines, sino también actores y cantantes que han lucido sus diseños.


Para Normayi, “la industria de la salsa tiene a la mujer como punto importante, no solo están las bailarinas, sino también las maquilladoras, diseñadoras de trajes, directoras de escuelas que muestran que la mujer manda la parada en este campo” así como ella, que con cada lentejuela deja su toque personal en los vestuarios que descrestan a los asistentes al Salsódromo, en donde las luces de la noche resaltan todo el trabajo que con esmero y pasión ha realizado para aquellas que vestidas van de mil colores, las bailarinas caleñas.


Eliana Feijoó, una vida dedicada al baile


Esta joven caleña no se llegó a imaginar que la imposición de su padre para que ella bailara, se convertiría en su profesión, en su gran pasión. Hoy, después de más de 17 años de recorrido artístico, Eliana puede presumir, entre otras cosas, de ser pentacampeona del Festival Mundial de Salsa y ganadora del reality estadounidense ¡Q’Viva! The Chosen.


Eliana en las instalaciones de El Mulato Cabaret.

Cuando está en el escenario, lo que más disfruta Eliana es transmitir su alegría al público, pues para ella es emocionante cuando Swing Latino, la academia que la ha visto crecer, realiza una gran coreografía y los asistentes la reconocen con los aplausos. Asimismo, para ella es motivo de orgullo saber que goza de la admiración de muchas personas, en especial de niñas que quieren seguir sus pasos.


“Yo escogí el baile como mi estilo de vida. Lo que más me queda es el conocimiento: cada día vamos aprendiendo muchísimo más. Mi sueño es ser una excelente coreógrafa, no solo de Cali o de Colombia, sino también del exterior, y adquirir mucho más conocimiento para así poder transmitirlo”, expresa la bailarina mientras lamenta lo que es quizá la primera y última desventaja del baile: el poco tiempo que puede dedicarle a su familia, sobre todo en fechas especiales, pues es cuando más trabajo tiene.


Eliana ya dejó su semilla en el mundo, su pequeña hija de 4 años. Para la pequeña, Eliana cuenta que, a diferencia de su padre, ella no está de acuerdo con obligar a nadie a inclinarse por determinada actividad: “Simplemente dejo que ella vaya experimentando y que haga lo que a ella le vaya gustando. Por mi parte sí me gustaría que aprendiera a bailar para que se defienda en la pista; si se enamora de otra cosa, se le respetará”.


Eliana y otros bailarines en un show de El Mulato Cabaret.

Además de ícono del baile caleño, Eliana este año es coreógrafa del ala #NiUnaMenos del Salsódromo: “El trabajo que me tocó esta vez en el Salsódromo es sobre el maltrato a la mujer. Nos han colocado ciertas canciones que van dedicadas a la mujer. Hasta ahora, hemos hecho un buen trabajo. Hay que colocar actuación y dar ese mensaje al público que ¡no más, no más maltrato a la mujer”.


En medio de su vida dedicada al baile, Eliana, como Normayi y todas las mujeres que hacen parte del salsódromo son los referentes que recibirán el homenaje este 25 de diciembre, esto es para ellas, las mujeres divinas de Cali.



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